¿Por qué la catedral es tan importante para los Estraburgueses ? (2/3)

La Place du Château es sin duda una de las plazas más antiguas de Estrasburgo. Se construyo en 1215, pero su nombre cambió varias veces a lo largo de la Historia. Cambió tanto de nombre como de manos, ya que se traspasó del clérigo a los revolucionarios franceses, de Francia a Prusia, y de Alemania a Francia.

Es elemento inseparable del conjunto formado por la Catedral, el Museo de l’Œuvre Notre-Dame y el Castillo de los Rohan. Por eso, en su tiempo, hubo muchas peleas por saber lo que iba a ser de la plaza. ¿Una zona de aparcamientos ?

Lo fue, aunque a veces había espectáculos en verano.

Hasta que, después de muchas reuniones públicas, discusiones, consultas… Se tomó la decisión de empezar las obras para que la plaza fuera un recuerdo a los que habían participado en la construcción de la catedral.

Por lo tanto, la Place du Château se convirtió en una obra de arte llena de recuerdos a la historia de la catedral pero también muy moderna, de arquitectura muy depurada. Puede ser un juego intentar encontrar las referencias escondidas en la arquitectura de la plaza. La gente se puede sentar en bancos de piedra grey de los Vosgos. Estos bancos reproducen las figuras de gárgolas de la catedral. Se pueden ver unos signos : de hecho son firmas de los antiguos canteros. En aquella época, los canteros cobraban por cada piedra que tallaban. Por eso, ponían su firma en cada una de ellas.

A lo largo del año y de las estaciones, la plaza du Château sigue siendo preciosa. Bajo el sol invernal y con el mercadillo de Navidad como vecino, en otoño con la niebla, otra referencia a la Edad Media. En verano alberga los espectáculos de calle y pequeñas representaciones. En primavera y en verano el sistema de fuentes que salen del suelo refresca el ambiente.

El conjunto de la plaza se integra muy bien con los otros elementos del barrio : el Château de los Rohan, el Museo de l’œuvre Notre-Dame y su arquitectura muy típica, la Catedral. Este conjunto se adapta a las distintas « actualidades », tanto las del barrio como las de la ciudad. Por ejemplo, para celebrar el milenario de la catedral, la plaza se llena de 1000 narcisos durante un mes.

¡Hasta la catedral llega la primavera !